"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



domingo, 8 de mayo de 2011

Vergüenza de la linda

Le dicen Mosca pero yo prefiero llamarla por su nombre: Carmen. Es una mujer con todas las letras. Digna de admiración.Tiene un espíritu jóven si bien me dobla en edad. Sus consejos son sabios propios de la experiencia de vida y su corazón junto con sus intenciones son siempre cristalinas. Tiene sentimientos nobles. Es leal. Me hace reír. Sabe apreciar los placeres cotideanos pero no deja un minuto de ser idealista. Se sabe afortunada. Es agradecida. Es madre de 3 criaturas divinas que por transpolación amo. Es casada (las mujeres buenas están tomadas chicos, es así). Y lo mejor de todo es que es una de mis íntimas amigas. La agradecida soy yo.
Carmen es dueña de un local de ropa herrrrrmoso llamado Casiopea. Hoy publicó en el blog de su marca un look con el que fui a visitarla para tomar el desayuno. Fue el jueves creo. Yo volvía de la facultad casi sin dormir, después de rendir un parcial de Economía de la facultad. Destruída básicamente. En el camino pasé por una panadería porque no me pude resistir al olor de pan recién horneado. Esto de estar despierta desde las 4 am, siendo ya mitad de mañana no me dejó razonar correctamente. Lo que iban a ser compras para 'picar algo' mientras compartíamos unos mates, derivaron en un sandguche de milanga XL que devoré como un linyera y otro millón de exquisiteces. Tooooda esta explicación viene al caso porque es el motivo principal por el que me permití los anteojos *indoors*; créanme cuando les digo, mi cara era in-rremable.
Volviendo a Carmen quiero hacer público y dejar sentado en actas que sobre el piso de @casiopea_ba me cumplió un sueño: sacarle una foto a mi cartera y los utensilios (de funciones varias) que acarrea la desdichada. Se maravilló sacando objeto por objeto al mejor estilo Mary Poppins de la misma que llevo a todas partes, los dispuso (para nada aleatoriamente) y sin dudarlo un segundo obturó. Algo que siempre quise hacer pero con mis persecusiones perfeccionistas y exigentes nunca me sentí en condiciones. Siempre le faltaba algo. ¿Les asombra? A esta altura, no les creo.

En fing. Nada eso. Pasen a chusmear por lo de Carmen. Si quieren ponerle una cara a la que escribe ahí me veran. También pueden adquirir bella indumentaria, original y llena de detalles. Podrán contar con el excelente asesoramiento de La Rata y por supuesto Carmen que laburan con amor. Al fin y al cabo es lo único que importa: El Amor. Qué linda es la amistaT.

1 comentario:

Unknown dijo...

me hiciste emocionar, ¡sonsa!
Te quiero. Mucho.