"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



domingo, 16 de mayo de 2010

Una creencia sostenida

De chiquita soñaba que me iban "a descubrir". No tenía muy en claro si quería ser modelo, actriz, escritora pero sí que *algo* iba a hacer para ameritar aplausos de otros.
Con el tiempo, me dí cuenta que ser modelo no era una posibilidad. Tuve mis 15 minutos de reconocimiento cuando R. Piñeriro me apartó en la playa de un balneario famoso y me pidió que trabaje para él, pero seamos honestos, no era oficio para mi.
Te banco el tema de viajar por todo el mundo, eso de manejarme sola y ganar tortas de guita por poner carita de puta o de ingenua, pero a mi dame la hamburguesa completa y el bife con papas fritas. Ojo, ensaladas y tartas también como, por placer. Ahora, pensar en razón de calorías y talles, jamás. La estética es importante, pero no es más que un envoltorio.
Actriz me divierte, como hobby. Hice teatro on & off a lo largo de mi vida, de forma no muy constante e intuyo que se necesita una gran estabilidad mental, para entrar y salir de personajes diversos, profundos e interesantes que no tengo.
A demás, eso de ir a hacer función, de jueves a domingo en los horarios que veo a mis amigos, para decir las mismas letras over and over again, no es lo mío. Pintarme, disfrazarme, entrar en papel, llorar, gritar, despintarme, sacarme le disfraz y recibir halagos, es una rutina que no podría sostener más de un mes.
Sin ni siquiera mencionar que sería incapaz de promocionarme con un chivo en los Almuerzos con Chiquita o formar parte de la farándula argentina, porque sería un quemo. A bailando por un sueño lo miro por tevé (y la gran mayoría de las veces, ni siquiera) asi que hubiera sido difícil prosperar por como pinta el panorama.
 Así que no quedan muchas opciones más que escritora. A decir verdad, es la única en la que tengo habilidad y fluidez. Asi que considero que no es descarte sino un simple ajuste de las expectativas con la realidad.
De cualquier manera, desde chiquita ambicioné llamar la atención de alguien (importante, y con plata) por elocuaz, pertinente, graciosa, diferente...da lo mismo. Lo decicisivo era que esa persona me lanze a la arena pública y los demás lectores decidan si merezco ser best-seller o no.
Claro que en mi *sueño* yo aparecía firmando autógrafos a una larga cola de gente, en mi mano una Montblanc, con la que dibujaba letras claras y dedicatorias ingeniosas. Los lectores, me contaban cómo les había cambiado la vida con mis palabras y yo les agradecía con una sonrisa amplia mientras les aclaraba que nada hubiera sido posible si no me hubieran descubierto.

Imaginación desatada

Soy de las que sueña despierta. Todo el tiempo. La mitad, imagino viajes y qué haría si tuviera mucha mucha plata. A saber ganar la lotería, transformarme en famosa de un día para otro, entre otra infinidad de posibilidades. La otra mitad o para ser justa, un cuarto, pienso en cómo hubiera sido mi vida si hubiera hecho distintas elecciones. Encuentro especialmente divertido (y macabro) imaginarme situaciones descabelladas como: qué sería de mi vida si siguiera con aquel novio que me hizo tan infeliz o qué mal me llevaría con mis viejos si siguiera viviendo con ellos. Y podría estar todo el día solo enumerando...
Pienso en algunos ex novios especialmente. Por supuesto que no los tengo presente siempre, a veces no son protagonistas sino personajes de relleno, secundarios. No vaya a ser cuestión que piensen que me arrepiento de mis deciciones, para nada. Amo mi familia, mi concubino, mi hija, mi casa. No los cambiaría por nada. Es solo un "pasatiempo" en donde juego a ser actriz de mi propia película inventada. ¿Algun día estas historias serán novelas? No sé, espero que sí.
Los ex novios a los que les reservo el agrado de tener un papel son pocos (leáse: dos o tres, como mucho cuatro). Hay tantos otros que ya no me importan, ni les dedico teimpo.
Me acuerdo de ellos al escuchar una canción, cuando paso por un lugar al que frecuentábamos o cuando me cruzo con alguna persona en común y rara rara vez, porque sí. 
Si fuera más caradura los llamaría a preguntarles como están. Tal vez hasta los invitaría a tomar un café. Seríamos cuatro para la mesa. El exnovio en cuestión y yo, actuales y nuestros otros dos "yo", los viejos.
Creo que no concretaría la reunión por interés genuino hacia ellos, sino por encontrarme con una anterior parte de mí. Por momentos me coparía confrontar aquella fui con la que soy, para que se conozcan, no se olviden, se hagan amigas. Y mesa de bar mediante, intentar encontrar qué fue lo que me enamoró de ese hombre.  Por curiosidad, por intriga, por picardía.
Hace unos días, fue al revés. Él me mandó un mail, con aquellas preguntas que fanteseo hacer. Lo paradójico fue que no me dieron ganas de contestar. Paradójicamente mi horóscopo del día reza: "si el pasado se hace presente...aproveche lo aprendido". Y si bien no le creo a la astrología en términos generales, hoy la tuvo clara. Delete y me siento a estudiar.

viernes, 7 de mayo de 2010

Empríricamente comprobado

Tomar el desayuno juntas, metidas en la cama, tapadísimas, con Tom & Jerry de fondo, mientras vos tomás tu mamadera y yo mi té con miel... es la mejor forma de empezar el día.

Tanto en la enfermedad como en la adversidad

Cuando a las 5 de la mañana despertás al que tenés al lado, vos volando en fiebre y le decís "no encuentro los remedios, no sé donde los puse, me ayudas?". 
Y él se despierta primero, levanta de la cama después, se mueve como un ciego en la oscuridad del cuarto y te hace entrega de esa píldora mágica que te quita todos los pesares mientras te alcanza un vaso de agua miral (para que te lo tomes porque sabe que detestás tragar los medicamentos), sin dudas, podés concluir: "esto es amor".

martes, 4 de mayo de 2010

Buenos vecinos

Mi portero opina que en mi edificio están todos locos y por más de que eso me incluya junto con mi concubino y mi hijita de un año, le creo.
Los personajes que habitan este petit chateau, son dignos de un manicomio. La más chiquita que ahora ronda entre los 19-20 años, hizo su fiesta de 15 en el Golden (creo que eso dice mucho) y estaciona su Peugot fluorescente ploteado en el vidrio posterior con "loli's ride" (todo chocado por cierto) en cualquier lado, no hace caso a las contravensiones, posibles multas, etc. 
Su hermana, diseñadora de indumentaria reconocida, que en realidad vive en Bélgica, organiza un taller (casi "cama caliente") con una boliviana a la que le pagan (una grosa suma) y se la pasa cociéndole todo el día y gran par de la noche, piezas que después lleva a Europa y vende por el quíntuple.
La madre ambas niñitas, una señora de 60 años suele aparecer montada a su bici en el pasillo de la puerta principal con dos perros gigantes, uno a cada lado, preparándose para salir "a dar una vuelta" por el Rosedal. Mientras que su novio-marido no para de comprar máquinas de gimnacio para su departamento si bien está gordo como un globo terráqueo y no adelganzó ni un gramo desde que lo conozco.
Fernando del 2do B, no es más que un músico (con todo lo que eso implica) y le encanta a las tipo 22, 23 horas (horario en el que todo el mundo se empieza a acomodar en la cama para dormir, en un día de semana laboral) juntarse con su banda a aullar "canciones" con los instrumentos musicales más estrafalarios. Su mujer es doctora (valla uno a saber de qué) y cordobesa. Tiene esa característica tonada cantarina que cada vez que me dirige la palabra tengo que concentrarme para no reirme a carcajadas.
El pelado de al lado, del 1ero A es el dueño de Crobar y vive enfiestado, duerme de día y sale de noche, gatitos de toda raza le tocan el timbre a toda hora y le hablan a media voz acarameladas por el portero. Solo por citar algunos ejemplos, hay tantos otros que me reservo para otro post como la estatua el David tamaño reducido que te recibe al pie de las escaleras. 
Estas son algunas de las personas con las que lidio todos los días. Si a mi me parecen únicos y dignos de una novela de Cortázar, a mi portero imaginate, le parecemos de locos de remate. Como para no.

lunes, 3 de mayo de 2010

Diferencias

Qué loco que afuera, en el exterior, soy completamente diferente que en Buenos Aires en los talles de ropa. Puede sonar algo lógico objetivamente porque cada país tiene sus costumbres en términos generales y en moda específicamente, más todavía.
La cuestión son los números (o letras en el caso de small, medium y large), no el talle en sí. Acá, voy a cualquier ropa de marca y para remeras o vestidos soy casi siempre un medium, tirando a un large. Un talle dos pero si hay tres mejor.
En cambio, en Europa soy un small tirando a medium.Puede ser por muchos motivos, tal vez en el viejo continente hayan más gente con sobrepeso, no lo sé.
La diferencia es que la clasificación argentina casi siempre me hace sentir mal. Seamos sinceras, no hay nada peor que pedirle a la vendedora un talle más y que cuando te entreabra la puerta para entregártelo, vos estés en semipelotas batallàndote con el cierre del vestidito para sacártelo porque te queda corto, deforme, incómodo...vos elegí. 
No lo voy a negar, esas etiquetas (no las de la marca, -bueno, esas también, no seamos hipócritas- sino las de los talles) juegan con mi inconsciente (y si bien yo se muy bien que no es verdad), pienso y me siento gorda.
No quiero caer en un lugar común (y se que estoy en el límite planteando este tema) pero solamente quiero hacer una observación. Realmente me parece demasiado exigente la cultura argentina respecto a los kilos demás y los mandatos sociales en cuanto a belleza.
Creo que es injusto y que hay poco lugar para las no-rubias, no-90-60-90 y eso habla de una limitación enorme para poder disfrutar de los atributos alucinantes de una castaña con caderas pronunciadas. En este afán de ser standard y linda, hay tantas operaciones de tetas, narices, etc. ¿porqué más sino?
En Londres, para el mismo rubro (remeras y vestidos) estoy entre un talle 8-12 o 14 dependiendo el corte de la prenda. Lejos de sentirme inentendida o rara, me percibo como una Polly Pocket. Creo (por un rato) de que soy miniatura y que me sienta espléndido. Me dan ganas de ir corriendo a comerme un helado de tres pisos sin culpa.
¡De lo que es capaz el poder de los números!

domingo, 2 de mayo de 2010

Fin

Mi amiga y su ex novio devenido en actual saliente, Tadeo, dieron por terminada su historia de ¿amor? ¿desencuentros? ¿dolor?. Nadie sabe.
Lejos de las etiquetas lo importante es que es una historia que hasta la fecha (me atajo porque una nunca sabe) no va a tener continuación. Es lo que fue y no más (ni menos).
Al margen: me gustaría que las hombreras aprendieran la misma lección ahora que están haciendo un fuerte comeback. Che, tuviste tu momento de fama, ya fue, ¡retirate con la gloria y por el amor del cielo no vuelvas!
Ella, mi amiga, el viernes, una semana después de decirle "por ahi que si te doy bola si te esforzás -despues de todo lo que me lastimaste- en conquistarme" le dijo hasta acá. Sorprendidas todas la felicitamos. Nos proyectábamos escuchando el lamento boliviano de las posibles idas y venidas y al final fue mucho mas simple. Well done!
Por supuesto que inventó estar saliendo con unodeltrabajo más grande, potro (¡esa carta siempre funciona!) y divertido, a demás de sociable.
Nunca una looser y hablar abiertamente del dolor que causa estar solo. Que quede claro: No estoy con vos porque no quiero. Hoy no me merecés. Podemos mentir un poquito y decir que estoy bien sin vos. Todo bien.
Antes de la gran charla racionalizabamos juntas sobre todo lo que le había producido volverlo a ver, jugar a mandarse mensajes empalagosos y atentos todo el día, ser (o no) la prioridad repentina en la vida de alguien y muchos etcéteras.
Finalmente ella se dio cuenta, sola por cierto, que Tadeo no era más que un fantasma. Y como tal, no tenía nada de real. Era y es una persona superada de su pasado amoroso, parte de su identidad actual y ya.
No valía la pena embarcarse de vuelta en algo que no vislumbraba buen puerto. Arribamos a la conclusión de que las "parte 2" de las películas a modo de continuación, nunca son buenas y por lo tanto tampoco lo sería su incipiente relación.
Asi que en breve mi amiga y su exnovio volvieron a ser extraños. ¡Lógico!, nadie quiere tener un novio zombie.

Newsflash

Tengo una vecina nueva.
Se instaló en el 1ero "C" el sábado. Bueno, se instaló es un decir, porque hizo la mudanza ayer. Hoy, domingo a las 10 y media de la noche, tocó el timbre para presentarse, abrimos la puerta casualmente mi concubino y yo:
Hola mi nombre es Camila, - dijo de prepo y de un tirón. Con el hombre que quiero mucho, nos miramos extrañados, no sabíamos quien corno era. Me mudé en el departamento de al lado, cualquier cosa que necesiten no duden en tocarme el timbre, ¡qué amorosa! pensé. 
Con el concubino hicimos las presentaciones pertinentes, con una sonrisa en la cara, claro. "Somos amigables y simpáticos juntos" pensaba por mis adentros mientras hablábamos los tres.
Con F., todavía en la puerta, la escaneamos rápidamente:
1) Apariencia: sorprendentemente desaliñada aunque le damos crédito por estar de mudanza, pobre 
2) Físico: cuerpo sin curvas, flaquísima y cara de baby. Detalle no menor: fea. ¡Bien! seguimos sin competencia en el edificio, aunque ahora, existe la amenaza de preboliches-fiestas-reuniones detodotipo hasta altas horas de la madrugada. OK, consideremosnos a mano.
3) Vestimenta: un outfit todo marrón que constaba en remera, bombachas de gaucho y cinturon superpuesto de cuero, marrón claro. ¿Cuál es la necesidad de tirarse 20 años encima?
Educadamente ofrecimos ayudarla a desembalar y en términos generales, ella se negó, agradeció, "nos estamos viendo" y cerramos la puerta tildándola de loca y rara en la primera impresión pero sin prejuicios. En mi casa somos abiertos, celebramos la originalidad.
No me veo pidiéndote una taza de ázucar gordi pero buen dato, ¡gracias! Muy Desperate Housewives for my taste, el tema de la presentación y eso pero divina, hay que animarse.
¿Quién te dice? por ahí terminamos tomando mate, sentadas en la vereda en sillitadas de esterilla, como en los pueblos. Chusmeando y sacándoles el cuero a los demás del edificio, por supuesto.