"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



lunes, 23 de marzo de 2015

Apreciación

Creo mucho en hacer "lo que te haga sentir más tranquila". 
Cuando una se convierte en madre sospecho que se vuelve más atenta a la coherencia, al testimonio de vida que damos porque nos sabemos ejemplo, referencia. Se vuelve vital poner en línea recta sentimientos y pensamientos. Es fundamental ordenarnos para transmitir mensajes claros.
El tiempo se re significa y se vuelve una medida muy valiosa. Tal vez es porque volvemos la mirada a cuan importante es para los bebes el tiempo que les dedicás. O simplemente, como el tiempo "libre" no abunda, dedicarlo a algo que no resulta productivo o llenador es sencillamente fútil y carece de sentido. 

Contemplación

Transmite un dejo de añoranza, melancolía, tristeza. De a momentos, el ritmo se acelera, aparecen sobresaltos, destellos de alegría y esperanza y devuelta todo se vuelve gris. Un gris con buena banda sonora. Como quien observa la pileta llena de hojas ensombrecerse en el Otoño esperando el Verano, sabiendo que falta la mitad del año pero ya visualiza el futuro con más liviandad y se ve disfrutando del agua otra vez. Muy consciente que las angustias están de paso, que vienen y se van. Y las deja venir a tocarle la puerta, las deja entrar, les ofrece agua y permanece ahí, conectado, charlando con ellas hasta que el nudo de la panza se va y todo es quietud otra vez. Quietud y risas. Propias y ajenas. Compartidas.

¿Vamos a lo hondo? como metáfora de la vida.

Ni en pedo me animo a ir donde no hago pie con vos. Me da un miedo que te re mil parió. Me quedo en la escalera, mojando los pies. No, en serio, déjame. Aprecio que te tires de bomba en lo hondo pero yo, yo me quedo acá. Vení, dame, te saco la foto. No me molesta que me salpiques, no, de verdad. No seas bobo. No insistas. No voy a ir a lo hondo con vos. Creo que quedarme acá, en el borde, es lo màs sano que puedo ofrecerte. ¿Te sirve?

- Claro que me sirve. Mientras que la foto no salga movida...

miércoles, 17 de abril de 2013

Imágenes que le escribo a una amiga para calmarla.

El ruidito de las olas haciéndole cosquillas a la costa. El viento revolviéndote el pelo. La arena fría bajo los pies. Estás abrigada y te sentís querida entonces tu cuerpo tiene la temperatura ideal.
Respirás profundo y tratás de no pensar en nada. Escuchar tu respiración ya es llenador y suficiente. Relajás los músculos en un abrazo, se caen unas lágrimas sin explicación pero te liberan y alivian.
El ruidito de las olas haciéndole cosquillas a la costa. El viento revolviéndote el pelo. La arena fría bajo los pies. Estás abrigada y te sentís querida entonces tu cuerpo tiene la temperatura ideal.
Respirás profundo y tratás de no pensar en nada. Escuchar tu respiración ya es llenador y suficiente. Relajás los músculos en un abrazo, se caen unas lágrimas sin explicación pero te liberan y alivian.
Te sentís segura, tranquila y en paz. Lo cual ya de por sí es un logro enorme. Te aplaudís por acarrear tus mamotretos hasta esa playa, al alba, justo antes de que salga el sol para poder apreciar sus colores. La inmensidad de ese momento es toda tuya. La abrazás y atesorás como un recuerdo redondo. Vos en completa sincronía con la naturaleza, sintiendo que también nacés en el oeste y coloreas tu horizonte.

Para un puente que tiene dejar el agua correr.

Si te sentís mal, incompleta, triste, insegura pero tu causa subsiste, porque vos le dás de comer, la permitís, le das lugar en tu vida su efecto también persistirá en el tiempo. Tu causa meaning tu relación, tu vínculo de pareja actual. Quiero decir que cambiar tu relación y la forma de vincularte con esa figura para que el efecto que ella te produzca sea distinto, placentero, lindo, llenador, interesante.

Yo sé que voy a ser testigo de tu vida siempre. Hasta que seamos viejas. Sé que tus hijos van a ser íntimos amigos de los míos. Sé que nos vamos a ir de vacaciones juntas como familias y solas como amigas. Lo sé, lo siento en los huesos. No me gustaría acompañarte todo ese tiempo sabiendo que sos infeliz.

Probá, decile cómo te sentís, esperemos, sé sincera, veamos que pasa en el transcurso... pero no pierdas de vista ni por un segundo lo que para vos es ideal. Y por favor no te canses de buscarlo porque es real y posible.

No te alejes al punto de no reconocerte de tus valores y de quién querés ser porque el camino de vuelta a encontrarte es realmente cuesta arriba.

Vení, yo te hago de bastón. Descansá acá, miremos para atrás, revisemos los pasos, miremos para adelante y tratemos de distinguir la tierra firme de la floja, demos pasos cortos pero seguros.

Recordá que ninguna relación es perfecta, todo el tiempo. Todos tenemos altibajos, etapas, momentos, permitítelos sin miedo a vos. Y con él tratá de ser generosa y permitírselos también. No todo el mundo puede manejar nuestras mismas ansiedades, preocupaciones, miedos y tiempos en completa sincronía. Lo enriquecedor de estar con alguien más, que es diferente a vos, es que te acompañe y que te nutras de sus diferencias.

Estoy acá y te quiero.




domingo, 26 de febrero de 2012

El arte de recibir gente en casa.

Anoche vino una amiga a comer y tuvimos la siguiente conversación:

Flor: ¡No puedo creer que amasaste los ñoquis y que posta son caseros!
Yo: ¿No me conocés todavía?
F: Pensé que ibas a comprarlos así no tenías tanto trabajo. Me quedé con la idea de que ibas a la plaza con la gorda toda la tarde y volvías a las 8.
Yo: Sí fui, volví hace un rato.
F: Ah *se queda meditabunda* ¿Y qué es esta otra olla? ¿Te guardo el helado en el freezer?
S: Imagino que te gustan las arvejas... revolveme la salsa plis mientras armo estos chorizos y los corto así los tiramos y comemos que no puedo más. Sí el freezer, fijate que cierre bien.
F: No me importa que estés toda llena de harina, sucia y transpirada, vení abrazame.

Lo único que importa es el amor loco.

Escenas de película que viví en la vida real.

Mi vida dá para un buen film. Sería divertida, dramática, por momentos hilarante, por otros trágica. De cualquier manera me gustaría que la dirigiese Martin Scorcese o Woody Allen. Aquí una recopilación de escenas cliché, de las que hay en todas las películas y series pero que yo viví de verdad.


En la época del colegio.
  • Estar jugando en el patio del colegio el típico juego con las manos enfrentada a una amiguita mientras cantábamos la canción pertinente y que me empujara alguien bruscamente, darme vuelta y no saber quién.
  •  Salir cabisbaja de un escondite al grito de la maestra luego de estar a solas con una amiga contándole un secreto, las dos de uniforme, en un colegio de monjas debajo de las escaleras.
  • Crecer en ese colegio y en 5to año darme el lujo de fumar en plena luz del día, con el uniforme, dentro del colegio, en el patio, bajo las mismas escaleras.
A nivel familiar.

  • La ambulancia en la puerta de mi casa. Mirarla perderse entre las calles por la ventana.
  • El médico consternado y con cara de pocos amigos que va a darle noticias a la familia. Me acuerdo que nos llevó a los hijos a un pasillo blanco, etéreo que tenía un ventanal enorme por el que se vislumbraba el jardín. Cumplí el papel de chiquilina nerviosa y atolondrada haciendo las preguntas más bobas. Inquiría sin cesar en cuales serían las *secuelas* (palabra que había escuchado repetir mucho a mi mamá en las últimas 24h) sin entender demasiado qué estaba pasando a mi alrededor.
  • Una sesión de terapia familiar.
  • El regreso del enfermo al hogar. Curado y de buen talante a pesar de los achaques y la comida familiar consecuente en la que todos fingíamos que "vamos a estar bien".
Elipsis de tiempo.
  • Acercarme al altar para hacerle un guiño a mi mejor amiga y su novio de toda la vida que se casaban. Y que ellos me sonrían de costado, me saluden y se tomen de la mano sabiendo que la suerte está echada felices de atar sus destinos.
  • Ese preciso instante en el que tus facciones y tu yo más interno se da cuenta que te desenamoraste. Acá casi que esa música triste en off típica de la escena es real.
  • Cuando el papá, que no es el actual de la mamá, va a buscar al hijo a la casa que antes compartían. Y es buena onda con ella, el hijo está contento de verlo y el nuevo novio es un amor. El ex es simpático con el nuevo novio que duerme con su cría y su ex mujer pero no sabés si es forzado o si es, en serio, posible.
  • El padre que luego de separados va en busca de algunas pertenencias.
  • Llegar tarde al casamiento de una amiga y perderme su entrada triunfal. La desesperación, el nerviosismo, las ganas de volar.
  • Reconocer un gesto, un atisbo de mi personalidad en mi hija y reír a carcajadas.
  • Una pelea atroz con mis padres que termine en gritos y un portazo.
  • Cortar el teléfono y largarme a llorar amargamente.
  • Mirar alrededor, mirarme y sentirme underdresses o overdressed.
  • Bailar en bombacha como enajenada por toda la casa.
  • Cocinar bailando.
  • Que todo lo planeado para el día me salga cómicamente al revés. Y reírme de eso.
  • Una fiesta temática de sombreros, rodeada de yatchs y tener que escaparme corriendo cual Cenicienta a las 4am porque las tetas me pedían a gritos que diera de amamantar.
  • El llanto colérico y encaprichado de una pequeña que nada tiene que ver con la circunstancia sino reflejar el estado anímico de la madre. Sin palabras, abrazarla y llorar las dos a unísono. Agradecerle por ser tan cristalina y ponerme en contacto con lo que me estaba pasando a mí y no quería hacerme cargo.

martes, 11 de octubre de 2011

En un post it viejo escribí

Siento el frío de la Segunda Guerra Mundial en los huesos y quiero el calor del Trópico. Me banco los bichos variopintos.

martes, 27 de septiembre de 2011

Adoraría que...

  • Todos los momentos de mi vida fueran musicalizados por un excelente disc jockey
  • Las reuniones familiares fueran siempre enormes y felices, llenas de risas
  • Todas las frutas fueran sin semillas
  • Poder tener una huerta en mi casa y dicho sea de paso que mi casa tuviera jardín (y pileta)
  • Siempre que me encontrara con un ex, yo estuviera espléndida
  • Alguien me hubiera avisado que de la manteca de cacao y de las calzas, no se vuelve
  • Mis amigas me recordaran que domingos, hay sólo 52 al año
  • Los hombres no usaran musculosas ni bermudas de jean. Nunca más.