"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



lunes, 9 de agosto de 2010

¿Señales?

Cada vez que nos abrazábamos con ese novio, uno de los dos, siempre estaba incómodo. (Keyword: siempre). No se si era por su poca capacidad de disfrute, porque era altísimo o qué. Era común que después de acomodarnos nos quejáramos y reformuláramos el abrazo. Tan común era que pasó a ser normal y me sorprendió mucho cuando con el siguiente (novio) nos pasaba exactamente todo lo contrario.
Desde el principio con El Concubino, podíamos enroscarnos en las poses más inhóspitas para ver una película, para estudiar juntos (sí, no sé cómo pero era posible), para hecharnos al sol y funcionaban ¡siempre!. A ninguno de los dos le dolía le cuello, la espalda o le molestaba la postura.
La primera noche que dormirmos juntos (y cuando digo dormir, me refiero a dormir)estábamos muy borrachos después de una fiesta en su casa. A mi mamá le dije que iba a lo de una amiga y me quedé. En su casa era legal pero si se enteraban en la mía, me estarían puteando hasta el día de hoy. Cuando caímos rendidos después de mucho baile y alcohol en cantidades desmesuradas, nos enroscamos en un tierno abrazo y al dia siguiente nos despertamos igual. No nos habíamos movido un ápice y te prometo que cuando me levante, mas allá de la resaca, no me dolía nada. Simplemente encajábamos, como esos juegos de encastre, como hechos a medida.

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