"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



jueves, 21 de abril de 2011

Estrías emocionales

No estoy lista para buscar afinidad con las mamás del jardín. En resumidas cuentas, para ser sincera, no estoy lista para crecer tan rápido. Ya de por sí con mis elecciones quemé un atado de etapas juntas en una hoguera que hizo humo muchos sueños. Y trajo un montón de satisfacciones. Vamos de a poco. No me pidan más por ahora. Dejen que las cosas se acomoden un toque.
Acepto que soy un alma vieja. Siempre lo fui. Soy madura y manejo un vocabulario muy amplio para mi edad. Soy bastante no-convencional a la hora de vestirme, eso también es verdad. No me pongo lo que está en boga, me aburre. Me la juego. Rescato lo vintage, lo mezclo con flores, mariposas, estampados... Siempre conservando la femeneidad. Y así con la vida. De afuera tal vez te dé la mamá cancherita, forrada en guita que la tiene fácil, llena de amigas y programas, super abierta y feliz. Bueno, desmitificame porque no, nada que ver. Tal vez la parte de canchera y feliz sí, el resto no tanto.
Con mis padres entrando en la 7ma década de sus vidas y mis hermanos (que son dos) entrando en la 4ta se puede decir que siempre fui agrandadita, está bien, lo reconozco. Tengo un grupo de amigas que todas rodean los 30 años, sí. Y justamente por eso les pido madres del jardín, plis banquenmé. No estoy lista para discutir sobre mordiscones o formas de anticoncepción a los cuatro vientos mientras esperamos que nuestros hijos vengan corriendo de la sala a abrazarnos porque terminó el día. Me aburre, de maneras que ni siquiera sospechan, el debate harto conocido si Hugghies o Pampers son mejores como pañales. No las conozco. No les tengo cariño.
Odio la gente que se inventa amigas éntemas. Esas que de un momento a otro le está diciendo "te extraño" a una persona que vio dos veces. No lo entiendo y de hecho, me asustan, prefiero que se mantengan lejos. No me hagas planteos ficticios porque enloquezco.
No me hablen de cumpleaños en peloteros. No requieran de mi presencia para tomar cafés pelotudos. Me parecen una pérdida de tiempo. ¡Por favor no se ofendan! Me parecen divinas todas, soy yo el problema. Vamos una vez más con el famoso "no sos vos, soy yo" tan aplicable a todo. Soy yo que me siento chica todavía. No hace mucho la que salía del colegio para ir corriendo a la falda de su mamá era yo. Y estoy acá parada esperando que salga Margarita...denme tiempo.
Mi problema es que no hay forma de decirles estas cosas de una forma educada, sutil. Hoy no me interesa chicas, sepan disculpar. La mejor con ustedes, seguro son todas amorosas pero yo todavía no entré en el mercado laboral en serio todavía. Hasta ahora mi experiencia fueron todas freelance y curritos. Estudio, mucho. Y el resto del tiempo que no le dedico a mi hija, a trabajar, a estudiar o a mi novio no tengo ganas de gastarlo en ustedes. 
No quiero pecar de soberbia o vender una imagen de que me creo mil pero tengo un montón de amistades profundas, de antaño, que me conocen de memoria que quiero nutrir y ustedes no sé quienes son, no sé a donde vienen, qué intenciones tienen, qué esperan de la vida. Me da fiaca conocerlas. Mi cupo de amigas está bien, no las necesito. No me busquen tan afanosamente porque me cierra, me da vergüenza el hambre de comunicar que tienen y sobre todas las cosas no quiero ser mala onda.

Tal vez subestime su capacidad de tocar mis fibras más íntimas. Seguramente no le vea el valor de compartir las experiencias como madres primerizas y si bien tengo un montón de miedos e inseguridades no siento la angustia de querer ir validándolos por la vida.Tengo una analista que se ocupa de eso, es una genia y le pago. Pienso que ese es el intercambio justo. Yo le entrego desvaríos y locuritas y ella consejos.
Ok, soy mamá y la gorda va a jardín, ya sé. No es mi intención que ni ella o yo seamos dos inadaptadas o antisociales. Margarita tiene dos años, yo 24 insisto y quiero que entiendan que para mí yo fui la que dejé el jardín hace poco. Mi niña interior le hace competencia a mi hija real. No quieran que acepte cuando me dicen "señora" en el supermercado. "Señorita" soy corazón. Todavía señorita.
No me casé y vivo sola. Quise ser mamá y no me arrepiento. Amo mi vida y trato de disfrutarla día a día. Es sólo eso, no estoy lista para hacer migas con las mamás del jardín. Dame uno o dos años que me acostumbre a la idea y te juro que te charlo hasta por los codos.

No hay comentarios.: