"Can you see me? All of me? Probably not. No one has ever really has" - Jeffrey Eugenides



martes, 4 de mayo de 2010

Buenos vecinos

Mi portero opina que en mi edificio están todos locos y por más de que eso me incluya junto con mi concubino y mi hijita de un año, le creo.
Los personajes que habitan este petit chateau, son dignos de un manicomio. La más chiquita que ahora ronda entre los 19-20 años, hizo su fiesta de 15 en el Golden (creo que eso dice mucho) y estaciona su Peugot fluorescente ploteado en el vidrio posterior con "loli's ride" (todo chocado por cierto) en cualquier lado, no hace caso a las contravensiones, posibles multas, etc. 
Su hermana, diseñadora de indumentaria reconocida, que en realidad vive en Bélgica, organiza un taller (casi "cama caliente") con una boliviana a la que le pagan (una grosa suma) y se la pasa cociéndole todo el día y gran par de la noche, piezas que después lleva a Europa y vende por el quíntuple.
La madre ambas niñitas, una señora de 60 años suele aparecer montada a su bici en el pasillo de la puerta principal con dos perros gigantes, uno a cada lado, preparándose para salir "a dar una vuelta" por el Rosedal. Mientras que su novio-marido no para de comprar máquinas de gimnacio para su departamento si bien está gordo como un globo terráqueo y no adelganzó ni un gramo desde que lo conozco.
Fernando del 2do B, no es más que un músico (con todo lo que eso implica) y le encanta a las tipo 22, 23 horas (horario en el que todo el mundo se empieza a acomodar en la cama para dormir, en un día de semana laboral) juntarse con su banda a aullar "canciones" con los instrumentos musicales más estrafalarios. Su mujer es doctora (valla uno a saber de qué) y cordobesa. Tiene esa característica tonada cantarina que cada vez que me dirige la palabra tengo que concentrarme para no reirme a carcajadas.
El pelado de al lado, del 1ero A es el dueño de Crobar y vive enfiestado, duerme de día y sale de noche, gatitos de toda raza le tocan el timbre a toda hora y le hablan a media voz acarameladas por el portero. Solo por citar algunos ejemplos, hay tantos otros que me reservo para otro post como la estatua el David tamaño reducido que te recibe al pie de las escaleras. 
Estas son algunas de las personas con las que lidio todos los días. Si a mi me parecen únicos y dignos de una novela de Cortázar, a mi portero imaginate, le parecemos de locos de remate. Como para no.

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