Yo como novia

Soy algo así como novia ideal. A mi criterio y al de los que me rodean. No es que no esté siendo objetiva. Soy la número uno en ránking, de verdad. Soy la típica a la que los suegros adoran y la que lloran cuando se fue, sobre la que le recriminan a sus hijos que con ella tendrían que volver. 
Soy la novia con la que toda la familia secretamente conspira y desean que sea "para siempre". Soy de las que se lleva increíble con todos los hermanos y primos. Onda, tomar el té o salir a comer sin vos ¡que los presentaste!. Soy sobre la que preguntan ¿qué pasó? ¿qué tenía que hacer? ¿porqué no vino? "ay bueno, mandale un beso enorme", "decile que me llame", "decile que la extraño".
Soy la caradura que termina siendo el alma de la fiesta sin quererlo. O bailando en el medio de la fiesta, o haciendo chistes y contando anécdotas divertidas o abrazada a la novia en el casamiento.
Soy la que te hace reír y busca conservar la chispa a toda costa. Soy esa romántica empedernida que nunca va a dejar de ser femenina. No voy a dejar de ponerme perfume para ir al kiosko, ni linda ropa interior. Soy la que se pinta aunque vaya al cine y esté todo apagado y no me veas. Las coquetas somos así.
Soy la novia que te hace los mejores regalos de cumpleaños, de aniversarios o simplemente porque sí. Soy la novia que es atenta, que está en los detalles, que se acuerda que tenías una reunión importante de laburo y te manda "éxitos hoy!" por mensajito de texto.
Soy la free spirit que evita los planteos y las peleas. Soy de las que te banca en los programas más chinos con tus amigos. En resumidas cuentas soy de las que no existen más.
Por esos y tantas otros motivos es que no duro mucho tiempo soltera, lo que se denomina sola. Siempre tengo un saliente, un pretendiente y esta no es la excepción.