Después de muchos desengaños, ya no ando con el amor incondicional en la yema de los dedos. Ya no tengo la misma confianza en La Gente. Ya no tengo la honestidad en la punta de la lengua. Ya no digo todo lo que pienso. Ya no soy igual de extrovertida.
Ya no soy la misma. Me gusto igual, eh.
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