No sé si eso es bueno o malo pero la ambigüedad y yo somos intimas amigas. Éntemas. Mis viejos, desde que tengo uso de razón, se afanaron en darme dobles mensajes enloquecedores y creo que me amigué con lo ambivalente sólo para sobrevivir. Y tengo mucho que agradecerle, dejame que te diga.
Así como el Dios Jano de lo mitología romana que tiene dos caras, mirando hacia ambos lados de su perfil. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Una cara linda que a todos mostramos y algo que ocultar. Una cara mirando al pasado y otra al futuro. Un desdoblarse. Hay que amar por entero dicen. Qué difícil. "Al fin y al cabo todos nos quieren mutilados" dice A. Pizarnik y cuánta razon tiene.
1 comentario:
¨Todos somos amigo Jano y yo le doy la mano a tus demons¨
Publicar un comentario